jueves, 8 de mayo de 2008

Puerta del corazón

Hay un día, uno de tantos, en que los sentimientos te hacen tanto mal que acabas por cerrarle la puerta tras una petición de no volver a llamar nunca más.

Hay un día, uno de tantos, en que su ausencia comienza a no percibirse y la calma, acompañada de su fiel amigo el tedio, se apodera de todo tu ser y te hace pensar que eres feliz, que no necesitas nada más en la vida. Pero todos sabemos que es ingenuo el que es humano, y esa sensación de felicidad no deja de ser más que la unión entre la calma y el tedio, y todo se vuelve aburrido.

Hay un día, uno de tan pocos, en que el sentimiento vuelve a llamar a la puerta, pero con otro nombre diferente al que se fue. Es entonces cuando no sabes si dejarle pasar o dejar que se hiele fuera.

Y entonces es cuando el tiempo se para y la ves mañana y tarde pasando ante tus ojos haciendo que el corazón te dé un vuelco, escuchas su risa y contagia a la tuya, oyes su voz y te resulta la más hermosa de todas las sinfonías, miras sus ojos... y todo el Universo desaparece escondiéndose tras ellos. Llega la noche y piensas que ya ha llegado la hora de desintoxicarte de ella. De nuevo es ingenuo el humano, pues en cuanto dejas de contemplarla comienzas a recordarla, y te sientes su prisionero sin ella saberlo.

¿Por qué vuelve a llamar el sentimiento si no era bienvenido? ¿Por qué sigue esperando en mi puerta si no le doy paso? ¿Por qué los sentimientos vienen a mí y yo tengo prohibido el acceso a todos los corazones? ¿Por qué me acompaña la vergüenza a todas partes? ¿Por qué creo que siento algo si no quiero sentir nada?

Creo que esta vez, si no abro la puerta al sentimiento, entrará echándola abajo.

2 comentarios:

Juan Itu dijo...

Que fuertes son los sentimientos,
acaban por derribar las puertas de la indiferencia que les hemos impuesto. Es bueno dejar entrar a los sentimientos, porque sino la vida es lineal y plana, aunque es bueno saber controlar a los sentimientos que entran como marejadas de odio y amor... ¿Y si me consigo un portero?

Mmm, este texto me ha hecho pensar, saludos!

Sigan así!

Teco Ross Martínez dijo...

Es difícil,cerrarle la puerta a lo que sientes,pero lo que es peor es dejar de escuchar lo que te dice el corazón..Me llegaron mucho esas palabras,me ha pasado tantas veces..
Gracias por escribir..